La respuesta es clara: es la mejor solución para solucionar la ausencia dental.
Cuando se pierde un diente es muy importante entender, que lo que mantiene el hueso es la función y la carga, puesto que en biología ósea se dice: “que la función hace la forma”, esto quiere decir: que es imprescindible por motivos funcionales y estéticos reponer con implantes dentales para evitar la  reabsorción ósea.
Pensamos, que tras realizar una extracción dental, debe ser gestionada desde el principio cuándo debe de ser sustituido por un implante, descartando como primera opción la prótesis fija sobre dientes tallados (puentes) o prótesis removible (prótesis de quitar y poner con ganchos).
Realizar un implante en el momento oportuno, nos va a garantizar un buen hueso, volúmenes de los tejidos blandos correctos, una adecuada estética y un confort funcional y estético excepcional desde el primer día.

1. Mantener el hueso
2. Mejor solución de tener dientes fijos desde el primer día, manteniendo las sensaciones que el paciente tenía con sus dientes (hablar, masticar y sonreír)
3. Es el tratamiento más predecible cuando nos falta un diente.
4. Garantiza una estética inigualable
5. Protege al resto de los dientes adyacentes
6. Son muy higiénicas y fáciles de limpiar
7. Es el tratamiento más duradero, convirtiéndolo en un tratamiento odontológico rentable en este aspecto.

La cirugía de implantes es considerada una cirugía menor, sin complicaciones siempre y cuando, cada caso sea correctamente estudiado y valorado por un especialista cualificado con experiencia en Implantología y periodoncia.
Actualmente con los nuevos métodos diagnósticos que con radiología 3D (CBCT), escáner intraoral (impresiones digitales de la boca) y sesión fotográfica, que nos permiten hacer intervenciones poco traumáticas con instrumentos de microcirugía. Las intervenciones son cortas en tiempo, mediante la técnica Flapless o colgajos mínimamente invasivos con la que conseguimos que el tiempo de la colocación del implante dental en el lecho preparado no supere los 20 minutos, esta forma reducimos el sangrado, evitando los puntos de sutura en algunos casos, reduciendo la inflamación y el dolor.
El tratamiento es realizado bajo anestesia local (como si fuese para un empaste) y en el caso que el paciente padezca miedo al dentista o consideremos una intervención larga debido a la complejidad de la misma, podemos trabajar con la ayuda de una sedación consciente intravenosa, llevada a cabo por un médico anestesista.

Porque cuando se coloca un implante de titanio de una manera correcta en contacto directo con el hueso maxilar o mandíbula, cumpliendo una serie de requisitos quirúrgicos fundamentales, se produce un proceso biológico que en medicina llamamos Osteointegración que es un proceso de integración entre implante y hueso, en el que el hueso comienza a proliferar y a unirse, al estar en íntimo contacto con la superficie de titanio del implante, garantizando el éxito y la estabilidad de éste de una manera sólida.
Este proceso biológico tiene una duración media entre 8-12 semanas, aunque con implantes actuales podemos adelantarnos a las 6 semanas y de esta manera colocar la corona definitiva antes.

Pues lamentablemente la respuesta es NO, no todos los implantes cuando están en contacto con el hueso se comporta de la misma manera. El resultado puede variar a corto y largo plazo según el tratamiento (físico y químico) de su superficie y la precisión de sus aditamentos protésicos (sistema de microtornillos de alta precisión y tecnología), marcan la diferencia entre unos implantes y otros. En el mercado actual existe una amplia gama de marcas y tipos de implantes dentales, con grandes diferencias significativas entre ellas, en todos los sentidos.
El implante ideal tiene que ser un implante con una conexión interna, de una marca contrastada científicamente (estudios fiables), de alta calidad y precisión que garantice la no pérdida de hueso marginal alrededor del implante dental y la estabilidad de la prótesis a largo plazo en el futuro.

Muchos pacientes preguntan si es incómodo o molesto llevar o tener implantes
dentales.
La intervención de la colocación de implantes dentales es realmente indolora con un excelente postoperatorio, mucho mejor que una extracción dental,
permitiéndote realizar vida normal bajo control farmacológico por protocolo estandarizado a nivel mundial.
Una vez que la corona sobre implantes está colocada ( a las 8-10 semanas de la
colocación del implante dental), el diente colocado se siente como si fuese su diente natural, pudiendo comer desde el primer día sin ninguna complicación. Es curioso, que la mayoría de nuestros pacientes comentan que se sienten más seguros masticando con los implantes que con sus propios dientes. Eso es un ejemplo claro de la gran indicación y ventajas de los implantes dentales.
Es la mejor solución cuando un paciente pierde un diente en la mayoría de los casos, porque es el tratamiento menos invasivo, predecible y más seguro de todos los tratamientos dentales, eso sí, si el tratamiento está bien realizado y con materiales de primer nivel.
Los implantes dentales superan en confort y comodidad a las prótesis removibles, prótesis fija sobre implantes o cualquier alternativa profética.